Carta a mi yo más joven

Traducción de un ensayo de Charles Eisenstein

man and boy walking on grass near fence
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Ensayo original en inglés aquí.

Querido Yo. Tu conocimiento secreto y solitario es verdadero. A pesar de todo lo que te han dicho, el mundo que se te ha ofrecido como normal es cualquier cosa menos normal. Es apenas una imagen pálida de la intimidad, la conexión, la autenticidad, la comunidad, la alegría y el dolor que se encuentran justo debajo de la superficie de los hábitos y rutinas de la sociedad.

Querido yo: Tienes una magnífica contribución que hacer a ese mundo más hermoso que tu corazón sabe que es posible. Puede que no te haga famoso, pero tienes un don importante, un don indispensable, y exige que lo apliques a algo que te importa. A menos que lo hagas, sentirás que realmente no estás viviendo tu vida. Vivirás la vida que alguien te paga por vivir, preocupándote por las cosas por las que te pagan. Puedes hacer una elección diferente.

Querido yo: No le creas a la voz cínica, disfrazada de voz realista, que dice que nada puede cambiar mucho. Esa voz llamará a tus sueños por muchos nombres: ingenuos, poco realistas, inmaduros e irresponsables. Confía en tu conocimiento de que el mundo puede ser diferente, puede ser mejor. No necesitas venderte y vivir una vida cómplice en mantener el status quo.

Querido yo: Llevas un profundo anhelo de contribuir a la sanación del mundo y la realización de sus posibilidades. Este es tu deseo más profundo, y si lo abandonas te sentirás como un fantasma habitando el mero cascarón de una vida. En cambio, confía en ese deseo y síguelo hacia cualquier servicio al que te llame, por pequeño e insignificante que parezca.

Querido yo: La guía más confiable para elegir es seguir lo que te haga sentir feliz y emocionado de levantarte de la cama por la mañana. No se supone que la vida sea un duro trabajo de disciplina y sacrificio. Practicaste para una vida así en la escuela, arrancándote de la cama por días de tedio, sobornado con recompensas triviales llamadas calificaciones, intimidado por consecuencias artificiales, siguiendo un plan de estudios diseñado por autoridades lejanas, pidiendo permiso para usar el baño. Es hora de deshacer esos hábitos. Deja que tu brújula sea la alegría, el amor y lo que sea que te haga sentir vivo.

Querido yo: cuando sigues tu pasión y cobras vida por completo, tus elecciones se podrán sentir como amenazadoras para quien viva en la historia dominante de la normalidad. Les estarás recordando el camino que no siguieron, y podrías despertar en ellos el anhelo reprimido de dedicar sus dones a algo hermoso. Algunos en lugar de enfrentar ese dolor, pueden reprimirlo, y reprimirte a ti también.

Querido yo: En cierto momento será necesario que emprendas un viaje. No es para escapar para siempre. Es encontrarte a ti mismo fuera de quien sea que tu condicionamiento te haya entrenado para ser. Te encontrarás frente a una situación en la que ya no sabes quién eres. Esto se llama una iniciación. Quien eras se vuelve inoperante; entonces, quién serás puede emerger.

Querido yo: Fuerzas poderosas intentarán que te conformes con la normalidad de la sociedad. Estos tomarán la forma de presión social, presión de los padres y, muy probablemente, presión económica. Cuando los encuentres, comprende que te están dando la oportunidad de definirte a tí mismo. Cuando llega el momento de la verdad, ¿quién eres tú?

Querido yo: Los viejos mapas no se aplican en estos tiempos de transición. Incluso si intentas seguirlos, incluso si aceptas sus sobornos y prestas atención a sus amenazas, no hay garantía de que obtendrás las recompensas prometidas. Los universitarios lavando platos y los doctores conduciendo taxis dan fe de ello. Estamos entrando en un nuevo territorio. Confía en tu guía. Está bien cometer errores, porque en un territorio desconocido, incluso el camino equivocado es parte de encontrar el camino correcto.

Querido yo: En este camino, seguramente te perderás. Pero eres sostenido, vigilado y guiado por una vasta inteligencia orgánica. Se hará visible cuando las cosas se desmoronen, como seguramente debe ocurrir, en la transición entre mundos. Tropezarás, solo para encontrar un tesoro pasado por alto bajo tus pies. Te desesperarás por encontrar la respuesta, y luego la respuesta te encontrará a ti. La ruptura despeja el espacio para la sincronicidad, para la ayuda inimaginable e inmerecida.

Querido yo: Ninguno de estos consejos puede implementarse de manera sostenible mediante un esfuerzo heroico de tu parte. Necesitas ayuda. Busca a otras personas que refuercen tu percepción de que un mundo más hermoso es posible y que la primera prioridad de la vida no es la seguridad, sino compartir tus dones, jugar, amar y ser amado, aprender, explorar. Cuando esas personas (tu tribu/Sangha) estén en crisis, puedes sostenerlos con el conocimiento de lo que sabes. Y ellos pueden hacer lo mismo por ti. Nadie puede hacer esto solo.